martes, 18 de septiembre de 2012

Epílogo

Todo tiene su fin, y esta aventura no iba a ser menos. 14 días en los que ha habido casi de todo, 14 mágicos días que recordaré siempre.

En total han sido 110 horas y 14 minutos encima de la bicicleta, 905,8 km. recorridos con una subida acumulada de 15.850 m, y 16.814 de bajada. Parecen muchos verdad? Os aseguro que los repetiría ahora mismo.

He terminado y ya quiero empezar otra vez. Sin duda otros Caminos esperan.



lunes, 13 de agosto de 2012

La vuelta a casa: Fisterra - Cáceres.

Hoy ha tocado madrugar, que el autobús para Santiago sale a las 8:20. Es la primera vez que llueve bastante desde que salimos de Cáceres. Hemos desayunado frente a la parada y toca esperar un rato.

Hay mucha gente para pillar el bus, menos mal que es bastante grande. Sólo van cuatro bicis que no hace falta desmontar, y que el conductor coloca primero en la bodega.

Poco antes de partir aparecen dos memos de esos del axioma de los porcentajes con dos bicis más. La bodega está repleta y los tíos pretenden meter las bicis a empujones, con lo que los bultos se empiezan a salir del otro lado.

El conductor se ha portado bien con ellos y no los ha echado que es lo que tenía que haber hecho. Alvaro y yo les hemos ayudado a acondicionar las bicis sin tener que tirar las cosas de los demás a la calle.

Arrancamos y en 3 horas estamos en Santiago otra vez. La cola del Alsa es enorme, menos mal que tenemos tiempo de sobra hasta las 16:30.

Cuando por fin nos toca no hay billetes para Cáceres!!!!! Afortunadamente la vendedora nos da otra solución: ir a Lugo y allí pillar un bus que viene de Ferrol y va hasta Algeciras. Qué remedio, no queda otra si queremos viajar hoy. Lo malo es que vamos a llegar 3 horas más tarde de lo previsto y hay que hacer otro transbordo.

Como hay tiempo hemos bajado a Santiago a comprar el film para empaquetar las bicis y comer. Esta vez hemos ido a "casa Manolo" que como es prontito no tiene mucho jaleo y apenas hemos esperado 10 minutos.

Bien comidos hemos vuelto a la estación y empaquetado las bicis. Ya sólo queda esperar el bus de Lugo. Llega puntual y el conductor nos pone cara de perro por las bicis porque no nos han cobrado suplemento. Le digo que hable con su compañero que es el que ha organizado el tema.

Termina diciendo que si su compañero lo ha organizado así que a él le da igual, así que bicis "padentro" de una bodega que va vacía, y es que no viajamos más de 10 personas. Ya en ruta se ha mostrado amable y nos ha explicado el asunto de las bicis: no teníamos que haberlas embalado aún, y su compañero es el que faltaba de los del axioma de los porcentajes.

El servicio es directo y llegamos a Lugo a las 18:45. Tenemos dos horas hasta la salida del siguiente bus, así que después de dejar las bicis en la "consigna de mala muerte" de la que nos había advertido el conductor, nos vamos de turistas a toma la merendola y a comprar algo para cenar luego en ruta.


Me he comido una napolitana y dos bollos "preñaos" de chorizo que me han dejado más que satisfecho. Alvaro se ha metido un croisant y una torrija y está como yo.

Estamos en la estación y llega el bus de Cáceres ligeramente retrasado. Colocamos las bicis y los paquetes donde nos indica el conductor, ocupamos nuestros asientos y estamos en camino. 

Alvaro se ha dormido pronto. Yo me he cargado un par de series y una película. Hemos cenado a eso de las 12. Alvaro ha vuelto a dormirse. Yo he aguantado un poco más pero al final también he caído, sólo abriendo los ojos en las paradas: Zamora, Salamanca, Bejar, Plasencia.

A las 5:25 hemos entrado en la estación de Cáceres donde la familia esperaba. Fin de trayecto y fin de la aventura. Estoy féliz por ver a María otra vez. Me despido de Alvaro y su madre y me voy a casita. Hemos bajado los trastos y creo que me he dormido antes de tocar la cama, y es que probablemente el cansancio acumulado es mayor del que creía.





domingo, 12 de agosto de 2012

Día 13 de Camino:  Vilaserío - Fisterra.

Qué bien he dormido esta noche!! A las 5:30 me despertó uno que se iba pero me he vuelto a dormir hasta después de las 7:30. Alvaro también despierta y nos vamos a desayunar.

He armado el móvil y arranca, pero no me va la pantalla tactil. De momento no puedo grabar la ruta ni sacar fotos y me preocupa que se haya estropeado del todo y pierda datos. Lo vuelvo a desarmar: hoy las fotos las tiene que hacer Alvaro.

Ya no queda nadie en el albergue. Hay un grupo de 5 o 6 ciclistas que se marchan ya. Recogemos los trastos y nos ponemos en marcha. La mañana es excelente para pedalear, aunque el terreno es como el de ayer: auténtico rompepiernas, y es que esto es Galicia en estado puro.


No llevamos 6 km cuando alcanzamos a las memoalemanas. Son bobas, pero bobas de verdad. Van dando palos a la hierba. Paro al lado de ellas.

-Hello. Have you been slipping at Valserío shelter, haven't you? (Hola. Habéis dormido en el albergue de Valserío verdad?)

-Yes. Also you? (Si. Vosotros también?)

No voy a reproducir la conversación pero las he puesto finas. La que mojó el móvil me dice que no lo ha visto y sorry, sorry y más sorry. Se ha puesto roja como un tomate y eso no me va a reparar el móvil, pero al menos yo me he despachado a gusto. Espero que sirva para que en el futuro tenga más cuidado la muy imbécil.

En Olveiroa hemos hecho el bocata de la mañana y seguimos rumbo a Hospital donde se puede tomar el camino de Fisterra o el de Muxía.


Al abandonar Olveiroa se cruza un río y luego comienza otra subida. Aquí hemos alcanzado a la granadina y al toledano. Ella sube mejor, pero le va esperando. Les pregunto si van a venir a Muxía con nosotros pero les parece demasiado hacer Muxía-Fisterra el mismo día, así que tiramos y nos despedimos.

El altímetro me va marcando entre subida y subida cada vez menos cota, hasta que en no se qué pueblo ya marca 9 m. Pienso que las cuestas se acabaron. Jjajajaaja, el camino vira a izquierda antes de la playa y nos mete una subida hasta los 180 m en poco más de 1 km. Ya te digo: Galicia en estado puro.

Por fin llegamos a Muxía donde no nos resistimos a hacer unas fotos con las bicis en la orilla de la playa. Además estamos de suerte: es la fiesta de alguna cosa y tienen un pasacalles muy transitado. Muchos vecinos van disfrazados de época. Cervecita bien merecida y con el pitorreo de la fiesta nos ha cerrado la oficina de cultura y hasta las 4 no abre para darnos la "muxiana".

No hay problema. Nos vamos a ver las 4 famosas "pedras" de Muxía: la de abalar, la del timón, la de los namorados y la de los cadris, donde realizamos el ritual de pasar 9 veces por debajo de ella.

Cuando nos hemos sentado a comer he arrancado el móvil y funciona bien!!!! No obstante se reinicia solo un par de veces, así que decido continuar con él desarmado, al menos ya sé que la boba no me lo ha arruinado por completo, que no le tengo asegurado. Después de comer ya está abierta la oficina de cultura, donde se nos certifica nuestro camino a Muxía.

Son las 5 y pico cuando emprendemos el camino a Fisterra. Tenemos por delante más de 30 km y el viento sopla de cara. Encima al salir nos hemos equivocado y nos hemos metido una cuestecita extra.

La ruta es muy bonita, pero el terreno rompepiernas no cesa: cuestas imposibles en bosques de meigas con bajadas que finalizan demasiado pronto.
Cuesta tras cuesta llegamos a Lires donde es necesario sellar la credencial para obtener la "fisterrana". Sellos y seguimos. Las piernas empiezan a doler y nos queda un trecho, pero como nos decía Vincenzo: "piano piano, basano e lontano".

En Fisterra vamos primero a por la "fisterrana" que te la dan en el albergue municipal. Esto es muy turístico y además es domingo, así que está todo lleno de turistas y perroflautas. En el tercer albergue que preguntamos hay sitio, con lo que nos organizamos para poder llegar al faro antes de la puesta de sol.

En el albergue hemos conocido a José María de Madrid. Tiene 51 años y lleva 2 en el albergue. A cambio de repartir publicidad del mismo le dejan dormir allí y le dan de comer. Dice que no necesita nada más. Parece buena gente y nos ha servido como excelente anfitrión.

Nos hemos duchado y hemos tirado para el faro. La verdad es que esperaba más gente, mejor, así tenemos más sitio. Nos hemos encontrado a la granadina y al toledano arriba que ya se van. No van a ver la puesta de sol, tal vez sea porque corre el aire y hace fresco, en fin, llegar hasta ahí y no ver la puesta de sol. Que cada uno haga lo que le parezca.
Nosotros hemos aguantado hasta que el sol se ha metido bien en la bruma. Ya casi no se ve y Alvaro se ha subido sin nada de abrigo, y la verdad es que aquí empieza a hacer frío.

Ya en el pueblo nos hemos ido a un burguer a cenar y al albergue a descansar. Se acabó nuestro camino y mañana volvemos a Cáceres.





Estadísticas de la Etapa (del GPS malo de la bici)
     kilómetros recorridos: 83,6
            tiempo empleado: 5 h 38 m
  velocidad media (km/h): 6,8
   acumulado subida (m): 1033
            cota máxima (m): 
         rampa máxima (%):
    acumulado bajada (m): 1803
             cota mínima (m):
    pendiente máxima (%):

sábado, 11 de agosto de 2012

Día 12 de Camino: O Pedrouzo - Vilaserio.

Como ya esperaba la noche ha sido para olvidar: el "campo de concentración" de O Pedrouzo no ha dejado que descanse como es debido. Aquí han pasado la noche hasta críos que no han parado de llorar. Son las 7 y llamo a Alvaro que está sobre una grada arropado hasta los ojos.

Desayunamos y tomamos el camino hacia Santiago. Me parece imposible creer que toda esta gente que adelantamos esté haciendo el Camino. Todos los días hemos visto grupos por la mañana, pero lo de hoy... lo de hoy parece una romería. Hay de todo: gente con mochila, sin ella, con bici, empujando carritos de crío....


Pasado Amenal y subida una cuestorra ya oimos los aviones muy cerca. Y enseguida Lavacolla y Monte do Gozo. Hemos sellado las credenciales en la capilla de San Marcos y comido un bocata que amablemente nos ha ofrecido un grupo de 67 feligreses de la diócesis de Ciudad Real.

Hacemos fotos y tiramos "pabajo" hacia Santiago. Justo en la bajada hay una parcela llena de esculturas de piedra, y además el escultor está en plena faena. He comenzado a charlar con él y nos ha enseñado toda su obra, que es bastante más de lo que se ve desde la calle.

Se llama José Cao y es artista protesta: sus obras reflejan la avaricia, el clientelismo, el abuso de autoridad, etc. Algunas representan incluso hechos de su propia vida, que evidentemente, si él no te lo dice no lo puedes saber.

Dejamos a José en su tarea, y nos metemos en Santiago. No cabe duda que estamos plenamente satisfechos: hemos completado el Camino Francés, todo por camino, y eso no es ninguna tontería.

Hemos cumplido después con la obligación de todo peregrino: obtención de la compostela, abrazo al santo y misa del peregrino. Alvaro ha pillado un lugar de privilegio y ha grabado un vídeo del botafumeiro.




Hemos echado toda la mañana en Santiago para comprar algunos cachivaches para la familia y los amigos, tomarnos unos "tigres" e informarnos bien en la oficina de turismo de la ruta Fisterra - Muxía. Con los deberes hechos nos hemos ido a comer a la Rua do Franco.

Después de comer, y sin prisa pero sin pausa, hemos iniciado la ruta hacia Fisterra. Arranca en la misma plaza del Obradoiro y enseguida te saca de Santiago.

El inicio es precioso atravesando un bosque de eucaliptos, eso sí, preparad las piernas. Las pendientes son del demonio, de piedra suelta y tocones, que en algún caso se tornan inciclables con las alforjas. Afortunadamente después de las subidas vienen las bajadas, muy técnicas y divertidas.

Nuestra intención es acabar mañana así que nos hemos planteado hacer unos 30 km. Pasando Augapesada hay otra cuestecilla de las buenas: la subida al Alto do Mar de Ovella, de unos 3 km muy exigentes. Plato pequeño, piñón grande y cabeza gacha, y termina por sucumbir a nuestras pedaladas. Uffffff.

Las fuerzas empiezan a flaquear así que toca bocata. Paramos en Negreiroa y compramos para merendar y cenar. Hemos merendado nada más salir del primer pueblo, ya que las pendientes continúan. Mientras reponemos fuerzas llega una pareja en bici que se han conocido en el Camino. Ella es de Granada y él de Toledo. Hemos empezado a dar pedales juntos pero pronto se han quedado atrás en las exigentes rampas en busca de Vilaserío.

En Vilaserío paramos y nos quedamos en el albergue que tiene suficientes plazas libres, y es que el Camino de Fisterra lleva poquísimos peregrinos. A los 15 minutos llegan la granadina y el toledano, que también se quedan en el albergue.

El alberge está bastante bien. Las bicis se guardan en una cochera del propietario, que además también lo es del bar. Nada que ver con el de Hornillos del Camino, aquí son todo facilidades.

Tras el ritual de rigor de ducha y colada, cuando nos vamos a ir al bar para tomar la cena ha ocurrido lo que no tenía que ocurrir.

Había dejado el móvil cargando en la poyata de los lavabos por temor a dejarlo en el secamanos y que algún despitado me lo tirara al suelo. El famoso axioma de los porcentajes no falla: de cada 100 personas 90 son normales, y luego hay 1 egoista, 1 envidioso, 1 chorizo, 2 embusteros, 2 cabrones y 3 memos.... que me han tocado a mi!!!!!!

En este caso tres memas. Tres imbéciles de alemanas se han lavado los dientes y de paso se los han lavado al móvil. Horror, no funciona!!! He tenido que abrirlo y confiar en que seque y no haya pasado nada grave. Esta noche no puedo cargar la batería y espero que sea lo único que le pase. Mierd....

Cuando vamos a acostarnos las teutonas ya estan sobando y no les digo nada. Mañana las voy a poner finas, ya lo creo.



Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 52,8
            tiempo empleado: 10 h 50 min
  velocidad media (km/h): 4,9
   acumulado subida (m): 1420
            cota máxima (m): 486
         rampa máxima (%): 32
    acumulado bajada (m): 1196
             cota mínima (m): 105
    pendiente máxima (%): 20

viernes, 10 de agosto de 2012

Día 11 de Camino:  Portomarín - O Pedrouzo .

Quién dijo que con sólo 7 personas el descanso está garantizado? Nunca vi gente más molesta que una pareja que ha dormido con nosotros.

Se han levantado a las 6, han empezado a recoger cosas y a salir y entrar de la habitación, para marcharse sólo un rato antes de hacerlo nosotros, que ha sido sobre las 8.

Encima el tío no ha hecho más que darme las gracias una y otra vez, porque ayer le di un sobre de esos de propaganda de los que nos dieron ayer para los pies. Vaya plasta de tío!!!

Desayunamos y nos propomemos hoy llegar hasta Pedrouzo para estar mañana pronto en Santiago. El terreno pica para arriba continuamente con pendientes importantes. Hoy hemos de subir algunos cientos de metros. 

Muy pronto hemos alcanzado a la pareja del albergue. Sabéis que me ha dicho el tío? Pues eso mismo: oye muchas gracias, que bien funciona eso de los pies. La madre que lo parió!!!! 

Sube, baja, sube, baja, un poco de llano al margen de la carretera, y esto parece una romería.



Por fin termina la subida y justo al empezar a bajar llegamos a Ligonde donde paramos a recoger unas cosillas que nos ofrece la gente del albergue de allí.

En Palas de Rei hemos sellado la credencial y hemos comprado el bocata que nos hemos comido al salir del pueblo.

Repuestas las fuerzas continuamos por típico terreno rompepiernas. Continuos cuestones seguidos de bajadas rápidas entre bosque que hace que el calor apenas sea molesto.

Hemos llegado a Melide a eso de la 1:30, y que mejor hora para parar en Ezequiel y degustar una tapilla de pulpo con unas cervezas?


La tapa nos ha quitado el hambre y no vamos a parar a comer, y como ahora ya se nota más el calor, hemos parado en el río Catasol a refrescar los pies y descansar como venimos haciendo los últimos días. Al emprender la marcha Alvaro ha inmortalizado mi paso por el cauce.


En Arzúa hemos comprado para merendar y cenar, que las reservas empiezan a escasear. En una sombra hemos dado buena cuenta de unos bocadillos de mejillones y hemos continuado.

A pesar de que la etapa es dura, el objetivo de llegar a O Pedrouzo es totalmente posible, así que parando sólo para hacer fotos y llenar los bidones, a las 7:30 estamos en el pueblo.

Por desgracia se repite la afluencia de turistas de los dos últimos días. Aquí no cabe un alfiler y la crisis parece cosa de otros.

Sin posibilidad de alojarnos en un lugar decente nos vemos obligados a pasar la noche en el polideportivo, donde hay unas 300 personas tiradas por el suelo, algunas de las cuales han tenido la suerte de pillar un colchón. 


Al resto de desgraciados nos toca dormir en el duro suelo. Al menos hemos podido ducharnos y lavar la ropa.




Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 73,2
            tiempo empleado: 7 h 57 min
  velocidad media (km/h): 9,2
   acumulado subida (m): 2002
            cota máxima (m): 783
         rampa máxima (%): 26
    acumulado bajada (m): 1861
             cota mínima (m): 111
    pendiente máxima (%): 22

jueves, 9 de agosto de 2012

Día 10 de Camino:  Alto del Poio - Portomarín.

Hemos dormido como lirones. No ha habido nada que perturbe nuestro descanso, bueno sí: un gallo canijo ha estado cacarendo desde bien temprano, pero bueno, no ha molestado en absoluto.

A las 8:30 hemos bajado a desayunar y luego hemos recogido y empaquetado nuestras cosas. Al momento de marcharnos el señor del albergue nos ha dado unas chocolatinas para el viaje y se ha despedido de nosotros. De verdad que son estas personas las que le dan sentido al Camino.

Hasta Triacastela es todo en bajada y pronto estamos allí.

El terreno empieza ahora a ponerse cuesta arriba con pendientes importantes, que por fortuna no son demasiado largas, y además la mayoría son de piso asfaltado.

Pasado ya San Xil vamos lanzados hacia Sarria por donde pensamos pasar de largo. En el Camino es mejor no hacer planes, ya que donde menos lo esperas encuentras um motivo para detenerte.

Hemos encontrado un stand de promoción de productos para el cuidado de los pies, y allí que nos hemos quedado un rato charlando con los chavales que nos han dicho que para la bici también valen, así que hemos arramplado con el lote completo: cremas, podómetro y bolas de olor para los zapatos.

El tiempo se ha ido echando encima, así que al final hemos comido en Sarria. Un buen menú y una paradita en el río para refrescarse y reposar hacen el resto para acometer la jornada de la tarde.

Sin prisa, pero sin pausa vamos avanzando. Al pasar al lado del albergue Mercadoiro he visto que en el jardín se estaba celebrando una misa, y me he parado a hacerles unas fotos.

Son italianos, y a pesar de que yo no soy especialmente religioso, me he quedado a escuchar lo que quedaba ya que estaban casi al final. He recibido la bendición del cura, y la verdad es que me he sentido mejor.
La tarde continúa calurosa, pero como nos decía Vincenzo: "piano, piano, basano e lontano" conseguimos llegar a Portomarin.

Para variar no hay ni un albergue libre. El turismo los ocupa desde primera hora de la mañana. Afortunadamente hay un albergue municipal que ha abierto a las 5 y hemos podido cojer cama.

El albergue no está mal, normalito, las bicis en un cuarto aparte, dentro del local, y además sólo estamos 7 personas, así que me parece que al menos no descansaremos mal.


Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 52,6
            tiempo empleado: 8 h 17 min
  velocidad media (km/h): 6,3
   acumulado subida (m): 838
            cota máxima (m): 1405
         rampa máxima (%): 43
    acumulado bajada (m): 1725
             cota mínima (m): 405
    pendiente máxima (%): 31

miércoles, 8 de agosto de 2012

Día 9 de Camino:  Molinaseca - Alto del Poio.

Hemos descansado extraordinariamente. Ha resultado una excelente idea eso de dormir en la calle. No nos han molestado los madrugadores y eso es una ventaja.

Hemos iniciado la jornada bajando hasta Ponferrada y allí hemos desayunado con una chica catalana muy simpática que hace tiradas diarias de más de 30 km. Te deseo lo mejor Gemma.

Tras el desayuno llegar a Ponferrada es un paseo. Hacemos algunas fotos en la cuna de los templarios, sellamos las credenciales y continuamos camino hacia Villafranca del Bierzo.

Para llegar hay que subir ya algunas cuestas, aviso de lo que nos espera para la tarde.

En Villafranca hemos hecho el bocata, más fotos y continuamos a buscar las primeras rampas de aperitivo. He recibido una llamada de teléfono que he recibido con mucha satisfacción: mi primo Francisco desde Sevilla nos ha deseado un féliz Camino. Gracias primo, a ver cuando hacemos un Camino juntos.

El terreno sigue "picando parriba" y hace calor. Nos proponemos llegar hasta Las Herrerías, que es donde comienza lo "bueno" para comer allí.

Hemos comido tan bien que hemos tenido que hacer un descanso a la sombra, antes de acometer la tan temida y nombrada subida a O Cebreiro.

Nada más salir hemos encontrado a una pareja de valencianos descansando bajo un árbol. Dicen que se han tenido que dar la vuelta porque el perro con el que viajan no se encuentra bien.

Pocos metros más adelante hemos atravesado un pequeño río que con el calorazo invitaba a quedarse un rato, y eso es precisamente lo que hemos hecho junto a un grupo de niños que estaban allí bañándose.

Con ánimo renovado y refrescado hemos empezado a subir a O Cebreiro con calor y calma. Todos dicen que la subida es muy dura, y más debe serlo por la pista que usa la gente caminando. 


Están en lo cierto. Es dura, pero no en sí por las pendientes que son en algunos casos bastante importantes, sino por la piedra, que o bien suelta, o bien asomando desde abajo, hace que andar en bici sea muy difícil, y en ocasiones totalmente imposible, pero aún así alcanzamos La Faba sin demasiado gasto.

 


Son muchas las veces y tramos en los que hemos tenido que empujar la bici, casi siempre acompañados de ese tipo de mosca prima hermana de la cojonera común del Alto del Perdón, la cojonera ocular, que es esa pequeña mosca que te revolotea cerca de los ojos, y parece que quiera entrar dentro de ellos. Pero la subida merece la pena: por fin estamos en O Cebreiro.

La hora es buena, y con el cansancio acumulado decidimos quedarnos aquí a pasar la noche.

Pero una cosa es lo que decidimos, y otra cosa es lo que podemos hacer. O Cebreiro está plagado de perroflautas y turistas y el albergue está literalmente tomado por ellos.

La solución que nos dan es la de alojarnos en un hotel (30 euros) o continuar hasta el siguiente albergue, a 4 km, en Hospital da Condesa.

A pesar del cabreo las piernas responden, así que tiramos hasta el sitio ese. Subida, bajada, subida otra vez y llegamos.

Nos recibe una señora en el exterior del albergue y nos dice que está completo, y además añade que no podemos quedarnos ni en la calle y que nos marchemos.

Ya con el cabreo a tope le he dicho a la señora que no podía dar más pedales y que me quedaba allí, a lo que la señora responde que la ponemos en un compromiso y que por favor nos vayamos.

Indignados de ver como el espíritu del camino no existe para la Xunta, y que el único interés que tiene es el de recaudar, sea quien sea, peregrino o no, nos hemos marchado, y en seguida unas vecinas nos han aconsejado que tiremos hasta el alto del Poio que allí suele haber sitio.

Antes de acometer otra subida importante que no estaba prevista, he llamado por teléfono, y me han confirmado que nos pueden dar una habitación con dos camas a precio de albergue, así que inmediatamente la he reservado.

En otro tirón alcanzamos el alto, que por temor a perdernos, hemos hecho por la pista. El repechón final es muy duro y con piedra suelta, lo que ha hecho que pierda el equilibrio y tenga que apoyarme en un pequeño talud.

Técnicamente es otra caída, pero por fin estamos arriba, con habitación para los dos, con lavadora y hasta con tele, que evidentemente no vamos a utilizar.

Para el lugar y su personal un 10. Nos han dicho que no tengamos prisa en levantarnos, así que hemos cenado primero y luego hemos hecho la colada y nos hemos duchado. Ahora nos vamos a dormir que el día de hoy ha sido muyyyyyyyyyy largo.




Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 68,2
            tiempo empleado: 9 h 41 min
  velocidad media (km/h): 7,0
   acumulado subida (m): 1694
            cota máxima (m): 1414
         rampa máxima (%): 29
    acumulado bajada (m): 987
             cota mínima (m): 535
    pendiente máxima (%): 27

martes, 7 de agosto de 2012

Día 8 de Camino:  Villadangos del Páramo - Molinaseca .

Para un día que podemos dormir un poco más, a las 6 se ha levantado la familia esa patética que deben pensar que lo que ellos hacen es lo único que vale, y se han liado a dar portazos y hablar a voces a nuestro lado.

No me ha quedado más remedio que llamarles la atención, y ya se han callado con lo que hemos podido dormir un poco más.

Hemos iniciado ruta a eso de las 8 y cuarto, y pronto nos hemos plantado en Hospital de Orbigo. El terreno es llano y el tiempo agradable con lo que se pedalea bien.

A la salida del pueblo hay una ascensión no excesivamente dura, en cuya cima hemos encontrado una especie de templo de enredos de esos típicos de perroflautas.

Enseguida se llega a Astorga donde hemos empleado un buen rato haciendo fotos, sellando la credencial, comiéndonos el bocata, y atravesando el mercadillo callejero que se pone el martes justo en medio del Camino.


Hemos abandonado Astorga con la intención de comer en Rabanal o por ahí. Se puede ir por la carretera, pero como nosotros estamos haciendo el camino transitamos por las pistas vacías paralelas al asfalto.

De terreno sin problema pasamos a terreno técnico en un plis. Iniciando la subida por una de esas pistas inciclables, al descalar para bajarme de la bici, no he querido ser menos que Alvaro y me he dejado caer hacia el lado derecho: "la segunda".

Por fortuna y bromas aparte, y eso que el terreno es bastante malo, no he tenido mayores consecuencias que el rato de risas que nos hemos pasado.

Continuamos la ascensión, no muy pendiente pero sí muy técnica, hasta alcanzar Foncebadón. Me río ahora de los "mortirolos" y "camellas" de Cáceres, que son simples cuestecillas comparadas con lo que venimos superando casi todos los días.

En Foncebadón hemos comido y reposado un rato, y además hemos conocido a dos señoras holandesas que vienen haciendo el Camino desde su país. Van por carretera, pero llevan ya más de 2000 km, y lo que es más curioso es que son ya bien "duritas".

Las holandesas han partido por carretera, y al momento lo hemos hecho nosotros por la pista. Hace calor, pero en un rato estamos en la Cruz de Ferro, donde he dejado la piedra para Marta que traía desde Cáceres.

Alvaro ha grabado un pequeño vídeo del momento.


A partir de aquí comienza una bajada espeluznante, tanto por pendiente como por técnica, que obliga a echar el pie a tierra en más de una ocasión. Entiendo que la mayoría opte por la carretera. Además cuando parece que se acaba en Riego de Ambrós, continúa si cabe aun peor.

Queríamos haber llegado a Ponferrada, pero la bajada nos ha dejado extenuados, así que nos hemos quedado 6 km antes, en Molinaseca.

El albergue está bien. El hospitalero, Matías, es una excelente persona y nos ha dado toda clase de facilidades. Ducha, colada, cena y crónica.

Podríamos haber cogido cama en la sala, pero varios hemos escogido dormir en el porche, y hace un rato bajaba gente de arriba a dormir con nosotros, porque arriba hace mucho calor y además huele a "humanidad".





Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 72,4
            tiempo empleado: 8 h 31 min
  velocidad media (km/h): 8,5
   acumulado subida (m): 1087
            cota máxima (m): 1568
         rampa máxima (%): 15
    acumulado bajada (m): 1378
             cota mínima (m): 619
    pendiente máxima (%): 29

lunes, 6 de agosto de 2012

Día 7 de Camino:  Terradillos de los Templarios - Villadangos del Páramo .

Muy pronto se ha levantado la señora catalana, y como un susurro ha abandonado la habitación. Nosotros hemos dormido hasta que ha sonado el despertador, y cuando eso ha ocurrido, yo he pensado que el guiri se había marchado de forma más sigilosa aun que Mari Carmen.

Pero me he equivocado, sigue ahí enroscado en el saco, así que nos hemos levantado procurando no hacer ruido, y nos hemos marchado a desayunar. A la vuelta el guiri ya se ha levantado y le doy los buenos días, en español y en inglés, pero lo único que recibo por respuesta es un sonido gutural ininteligible. En fin, tiene que haber de todo.

Hemos empezado a dar pedales sobre las 8, como todos los días. La mañana está fresca, que digo fresca: hace un frío del caraj..., y es que ayer por la tarde vi volar al grajo, y volaba bajo.

Antes de Sahagún hemos alcanzado a Mari Carmen, nos hemos hecho una foto con ella para recuerdo, y nos hemos despedido deseándonos lo mejor. De verdad que en el Camino se conoce gente muy maja.

Ya en Sahagún nos hemos comido un bocata sentados en un banco donde daba el solecito, por primera vez en toda la mañana. Parece que el tiempo empieza a mejorar, aunque sigue habiendo muchas nubes de algodón.

Un poco antes de alcanzar Reliegos hemos visto a una pareja de italianos que estaban descansando. He hablado con el señor, porque lleva un carrito con un eje de fabricación casera que me ha parecido de persona muy habilidosa. Me ha contado como lo ha hecho, y que lleva haciendo el Camino con su mujer desde el 14 de julio. Son jubilados y no tienen prisa.

Ya en Reliegos hemos parado a tomar algo en el bar "Elvis Presley", que es una casa vieja que tiene todas las paredes pintarrajeadas, y atendida por una gente muy enrollada. Un poco después viene Mansilla de las Mulas. Me he parado a hacer una foto, cuando oigo a mis espaldas: rrrrrrras!!!!!

Me giro y veo a Alvaro en el suelo riéndose y me dice: "la primera del Camino". No ha tenido consecuencias, pero le molesta la rodilla, así que hemos entrado al Centro de Salud del pueblo, donde le han recomendado hielo, y ya está.


Habíamos pensado llegar a comer a León, ya que el terreno por el que transcurrimos es soso, sin embargo el tiempo que hemos empleado en Mansilla de las Mulas, nos hace dudar si continuar o quedarnos ya a comer aquí. Alvaro me anima a que sigamos, y dado que aun no tenemos hambre, y que yo me animo con poco, hemos tirado hacia adelante, y a las 3 estábamos entrando en León.

Siguiendo las flechas amarillas, y antes de entrar al centro histórico hemos visto un restaurante que nos ha parecido adecuado, así que nos hemos quedado a comer ahí. Hemos acertado de pleno: precio normalito y menú con abundancia de elección, y además hemos tenido la oportunidad de conocer a tres generaciones de mujeres de la misma familia, excelentemente conservadas, que estaban comiendo en la mesa contigua a la nuestra. Se ve que el frío invierno de estas tierras hace que sus gentes mantengan una lozanía totalmente envidiable.

Después de comer y despedirnos de nuestras nuevas amistades, hemos retomado el Camino. Las flechas amarillas nos han llevado por el barrio húmedo hasta la catedral donde hemos sellado nuestras credenciales. En la catedral unas reporteras muy dicharacheras nos han pedido colaboración para entrevistarnos acerca de los móviles y las redes sociales.

Sin problema les he dicho. Preguntas contestadas, publicidad del blog, y esta noche mi jeta aparece en los informativos de la televisión autonómica de Castilla y León.

Seguimos como todos los días: compra para la cena y los bocatas de mañana y empezamos a dejar atrás la ciudad de León, no sin dificultad, pues el Camino va por la, a veces estrecha acera de la izquierda, y no sabemos por donde meter las bicis para no molestar a los viandantes. Tampoco queremos ir por la calzada pues tememos perder el Camino.

Un poco más adelante la situación es aun peor. El Camino se confunde durante un tramo, afortunadamente no muy largo, con la N-120, discurriendo por el arcén izquierdo de esta vía que va plagada de tráfico. Me ha parecido muy peligroso y no sé como las autoridades no dan solución a esto, que por otra parte es bien sencillo.

Pensamos acabar la etapa de hoy en el albergue de Valverde de la Virgen, pero cuando llegamos resulta que está cerrado, me cagüen la....... La solución es volver a atrás a la Virgen del Camino (4 km), o tirar adelante hasta Villadangos del Páramo (10 km).

A mi no me gusta tirar para atrás ni para cojer carrerilla, y Alvaro está también dispuesto a seguir, así que seguimos a buen ritmo por la pista que transcurre paralela a la carretera N-120, y a las 8 estamos inscribiéndonos en el albergue de Villadangos.

El albergue está bien, no es nada del otro mundo, pero está limpio y tiene los servicios habituales, además de wifi y ordenador de uso libre. La hospitalera se llama Maite, y es de esas personas que rebosa amabilidad a raudales.

Como el albergue está lleno, Maite nos ha alojado en una camareta de dos literas triples, pero nadie más ha llegado. Tras la ducha y la colada hemos cenado en "familia", con una gente que es bastante escandalosa y patética: son castellanos pero intentan hablar en catalán, igualito que Mari Carmen, que siendo catalana de Sant Feliú se esforzaba en vocalizar bien para que la entendiéramos.

Escribo desde el PC del albergue, es tarde y ya están todos acostados. Eso mismo vamos a hacer nosotros que hoy nos hemos metido para el cuerpo otros 90 km,, en las literas de abajo por supuesto, que arriba te puedes matar si te caes.






Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 89,9
            tiempo empleado: 9 h 59 min
  velocidad media (km/h): 9,0
   acumulado subida (m): 895
            cota máxima (m): 982
         rampa máxima (%): 19
    acumulado bajada (m): 796
             cota mínima (m): 802
    pendiente máxima (%):18

domingo, 5 de agosto de 2012

Día 6 de Camino:  Hornillos del Camino - Terradillos de los Templarios.

En cuanto la gente ha hecho los primeros ruidos me he despertado y me he levantado. No es demasiado temprano, pero sí más que otros días. En cuanto he visto que Alvaro abría un ojo le he llamado. Hemos recogido y cargado y hemos abandonado este inmundo lugar lo más rápido que hemos podido sin mirar atrás.

La mañana es fresca, hemos salido abrigados, pero afortunadamente no llueve, y así ha continuado todo el día.

Una subida nos hace entrar en calor y alcanzamos Hontanas donde paramos a desayunar. Esto ya parece un sitio en condiciones.

No le funciona bien el cambio a Alvaro, así que ahí mismo lo hemos ajustado y ya no ha vuelto a dar problemas. Al rato han llegado las italianas, y una de ellas trae problemas en los frenos. Resulta que uno de los V-brake no tiene muelle y le va rozando en la rueda. No hay solución más que aguantar hasta la "oficina" de León para hacer uso de la garantía.

Nos despedimos y nos dirijimos hacia las ruinas del Convento de San Antón, antiguo hospital de perergrinos.

Tras la parada y las fotos de rigor entramos en Castrojeriz y encaramos la dificultad técnica del día: la subida que hay nada más abandonar el pueblo, de sólo 1 km pero de pendiente de esas que seleccionan.

Al llegar arriba hay bastante gente recuperando el aliento, incluso un perro que también está haciendo el camino.

La bajada es aun más pronunciada y curiosamente nos hemos enterado después que la llaman la "matamulas". Seguro que estos no quieren ser menos que los del otro día y su "mataburros".

La etapa se pone ahora sosa. Discurre por carreteras comarcales hasta llegar a la provincia de Palencia, donde haciendo fotos hemos conocido a una chica que lleva un palo, que aunque inacabado nos resulta familiar: se lo compró a Pedro "el pastor" hace 4 años por.... 1 euro!!!!! Qué jodio el jubilao que nos dijo que los vendía por 55.


Discurrimos ya junto a la márgen izquierda del Canal de Castilla, majestusoa obra hidráulica de los tiempos de Fernando VI, y llaneando, llaneando, llegamos a Frómista donde hemos conocido a otro pintoresco señor con una bici del año mil, de esas que tenían frenos de varillas.



Nos ha recomendado que veamos la iglesia románica porque tiene 300 y pico de capiteles todos distintos, así que le hemos hecho caso y hemos ido a sellar la credencial.

Sólo quedan 10 km. a Carrión de los Condes, y aunque el aire empieza a soplar de frente, decidimos tirar para llegar a la hora de comer.

Enfilamos la larga recta paralela a la carretera y a las 2 y media estamos en Carrión. Mientras esperamos que nos sirvan, Alvaro ha sufrido la picadura de una avispa. Enseguida el señor del restaurante le ha puesto barro y al rato ni se acordaba.

Buena comida y buen ambiente en compañia de otros bicigrinos que se han ido agregando a nuestra mesa: un padre y su hijo que han salido de Burgos, y una pareja de Vitoria que van en plan perroflauta acampando donde les parece.

Durante la tarde la tónica dominante ha sido el fuerte viento de cara en la larga recta que une Carrión de los Condes y Calzadilla de la Cueza, y cuando digo larga, quiero decir interminable. Hemos dado alcance a los perroflautas y a una familia de guiris que van con bicis de montaña e híbridas. Y es que estamos hechos unos "máquinas", jejeje.


Ya que el terreno es llano hemos tirado hasta Terradillos de los Templarios, realizando hoy en total casi 90 km.

El albergue está muy bien. Por 9 euros hemos pillado habitación de dos literas con baño propio, que compartimos con una señora catalana y un americano.Bueno, eso es lo que nos ha dicho la señora, porque el tío no abre la boca.

Rutina diaria de bicis, colada y cena, y a dormir, que mañana el terreno es muy llano y queremos avanzar otra buena tirada.




Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos: 87,3
            tiempo empleado: 9 h 00 min
  velocidad media (km/h): 9,7
   acumulado subida (m): 723
            cota máxima (m): 998
         rampa máxima (%): 19
    acumulado bajada (m): 690
             cota mínima (m): 822
    pendiente máxima (%): 19

sábado, 4 de agosto de 2012

Día 5 de Camino:  Belorado - Hornillos del Camino.

A pesar de que el albergue ha estado hasta la bandera, hemos descansado debidamente. Los madrugadores caminantes no han metido mucho ruido, así que nos hemos levantado cuando nos ha parecido. Desayuno en el bar del albergue y comenzamos. Son las 8 y cuarto.

La rueda delantera de la bici de Alvaro ha perdido algo de aire durante la noche, lo que nos obliga detenernos nada más salir. En la gasolinera de la salida de Belorado le metemos aire y problema resuelto. Y es que el líquido sellante casero que llevamos en las ruedas hace milagros.

El primer pueblo que atravesamos es Tosantos, en lo alto de una cuesta, por supuesto. Le siguen Villambistia, Espinosa del Camino y Villafranca Montes de Oca, donde comienza la primera dificultad técnica del día: el alto de la Pedraja.

Está nublado y hace un poco de frío pero la ruta es bastante divertida. Justo al empezar a bajar hemos conocido a una familia que hace el Camino de una forma particular: los padres van a pie con mochilas, y llevan dos niñas que van en bici. Nos hemos despedido y justo al empezar a bajar se ha dejado de ver el sol, momento que hemos aprovechado para comernos el bocata.

 A partir de aquí hasta Atapuerca la ruta se torna sosa, pues el Camino discurre por carreteras comarcales. La subida al salir del pueblo es muy bonita y técnica, pero al final se vuelve imposible porque el rocaje vivo sobresale del camino aberronchándose hacia arriba.

En la subida hemos conocido a dos chicas italianas que han comprado las bicis en el Decathlon de Pamplona y se han tirado al Camino.

La bajada es muy bonita y termina otra vez en un carreterucho que ya no se deja hasta llegar a Burgos. La llegada al centro se hace pesada y una vez en la Catedral nos diponemos a comer en una terraza con las bicis al lado.

El sito se llama BONFIN o BINFIN o algo así. No se os ocurra comer ahí: la comida muy normal, y no has acabado de comer cuando ya te están incordiando. Sobraban 10 céntimos de la cuenta y me he quedado sentado hasta que me los han traído.

Tras el almuerzo hemos sellado las credenciales y nos hemos ido al Mercadona a comprar para la cena y mañana. Segunda historia: algún hijo de pu.... me ha sirlado la lucecilla que traía el casco, y eso que las bicis estaban dentro.

Abandonamos Burgos en busca ya de albergue y el destino ha hecho que de Guatemala pasemos a Guatepeor. Este inmundo lugar desde el que escribo tiene la desgracia de llamarse Hornillos del Camino.
El albergue es un lugar que debería estar cerrado por su carencia absoluta de comodidades y hacinamiento. Afortunadamente a los de las bicis nos han alojado en el frontón, y aquí estamos mejor.

El pueblo no tiene cobertura orange, no hay wifi, a excepción de la del Ayuntamiento, cuyo alcalde es curiosamente el dueño del único bar que dispone de la única cabina.

Bar y albergue están juntos. El hijo del alcalde lleva el bar, mientras que la "primera dama", que tiene cara de no haber roto un plato, lleva el albergue y porta una bandolera como los gasolineros. Ni que decir tiene que cualquier cosa que pides te mandan al bar los "espabilaos" estos.

Hoy ya no puedo hacer otra cosa que terminar esta crónica y pegarla mañana junto a las fotos de hoy, pero en cuanto pueda voy a dar quejas formales a quien corresponda para intentar que a estos "listos" los pongan en su sitio.

Llueve ahora, así que acabo aquí deseando que pase la noche para apartarme de este lugar para siempre.





Estadísticas de la Etapa wikiloc
     kilómetros recorridos:71,8
            tiempo empleado:8 h 03 min
  velocidad media (km/h):8,9
   acumulado subida (m):996
            cota máxima (m):1214
         rampa máxima (%):34
    acumulado bajada (m):996
             cota mínima (m):804
    pendiente máxima (%):21